La Empresa, en el desarrollo de proyectos de infraestructura, se legitima en su ser y hacer en dichos territorios, no solo en términos de oferta de movilidad sino de servicios y sociales que ameritan la conservación de la confianza y fidelidad de los futuros usuarios. Para ello, previamente a la puesta de operación de las obras de infraestructura, es necesario el desarrollo de un plan de gestión social y comunicacional, mediante estrategias de participación ciudadana, pedagogías, organización y gestión territorial, mitigación de impactos y comunicación para potencializar el capital social, la corresponsabilidad y la sostenibilidad del proyecto. Lo anterior desde la perspectiva Cultura Metro modo de relación conectamos territorios, con valor agregado a la sociedad y materializado en la corresponsabilidad comunitaria.