Nuestro METRO - N° 201
Entre la maquinaria que trabaja en la construcción del cable Picacho sobresalen las piloteadoras, que se encargan de excavar pilas o fundaciones de gran profundidad en el terreno. Es la primera vez que estas máquinas intervienen en la construcción de las líneas de cables que operan en la ciudad.
Las piloteadoras son fabricadas en Europa y son operadas por personal especializado proveniente de España y Portugal, aunque también hay personal colombiano que se especializa en la operación de estos equipos. En este momento, el proyecto cuenta con cuatro de estas máquinas realizando excavaciones, una ubicada en cada estación de la futura línea P.
Gracias al trabajo de las piloteadoras, es posible agilizar la excavación de las fundaciones y disminuir los tiempos de ejecución, así como reducir el riesgo de accidentes por trabajos en espacios reducidos o confinados. Para entender un poco la efectividad y aporte a la construcción que tiene una piloteadora, esta puede compararse con la excavación manual. Mientras que excavar una pila de 30 metros con máquina puede tardar dos días en alcanzar la profundidad final, de manera manual se necesitarían alrededor de sesenta días para llegar a la misma profundidad.
Sin embargo, en la construcción de este proyecto es necesario combinar las excavaciones mecánicas con las excavaciones manuales que realizan los denominados “pileros”, quienes son personas expertas en excavaciones de gran profundidad, debido a que hay zonas en las que una piloteadora no puede acceder.
De ahí la importancia del trabajo de estas personas que cuentan con una gran capacidad y resistencia física al poder descender hasta 30 metros por debajo del nivel del suelo. El peso de esta maquinaria puede alcanzar las 145 toneladas y posee una cabina computarizada que permite monitorear el trabajo de manera permanente.
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