Tras analizar la situación financiera del Metro de Medellín, Fitch Ratings mantuvo las calificaciones de riesgo de la Empresa en los máximos niveles de su escala de evaluación. Para el corto plazo la calificación fue F1+(col), que indica la más fuerte capacidad de pago oportuno de los compromisos financieros con relación a otros emisores u obligaciones en el mismo país y corresponde al más bajo riesgo de incumplimiento, en tanto que el signo “+” indica que el perfil de liquidez es particularmente fuerte. Para el largo plazo la calificación fue AAA(col), que se asigna a emisores u obligaciones con la expectativa más baja de riesgo de incumplimiento con relación a todos los demás emisores u obligaciones en el mismo país.
El impacto negativo que ha traído el Covid-19 sobre la afluencia, y por lo tanto sobre los ingresos tarifarios, fue tenido en cuenta por Fitch Ratings. En su informe afirma que: “Aunque habrá algunas presiones en la liquidez de Metro y hay un dinamismo reducido en la actividad económica por la pandemia, para Fitch las operaciones del servicio de transporte público masivo de Metro seguirán rentables”.
Un factor importante para mantener las calificaciones a pesar de esta situación fue la suspensión del acuerdo de pago con la Nación temporalmente por el año 2021, logrado gracias a la voluntad del Gobierno Nacional y a las gestiones del equipo del Metro de Medellín con el apoyo del Municipio de Medellín y del Departamento de Antioquia, en su calidad de socios de la Empresa, y de los demás municipios del Valle de Aburrá. Al respecto, Fitch señala que “Hasta 2020, el gasto operativo era completamente fondeado con ingresos propios. Sin embargo, a raíz de los efectos de la pandemia, Medellín autorizó recursos para apoyar la operación temporalmente”.
Continuando con su análisis, Fitch menciona que “La empresa se rige por un plan de inversiones a largo plazo armonizado a nivel municipal y regional”, es decir que reconoce nuestro Plan Maestro 2006 – 2050 “Confianza en el Futuro” como un instrumento de planeación que nos otorga estabilidad en el largo plazo.
Sin embargo, el panorama financiero para el Metro de Medellín no deja de ser desafiante. Fitch basó sus calificaciones en supuestos como que para 2021, 2022 y 2023 se registran los recursos estimados a recibir por Metro por concepto del redireccionamiento de la Sobretasa de Gasolina de los municipios del AMVA para apoyar la operación de Metro, algo que por ahora solo está asegurado para 2021. Por esto, la Empresa continuará con su estricto plan de austeridad que incluye el aplazamiento y cancelación de costos y gastos no esenciales para garantizar la seguridad de la operación, así como con la búsqueda de fuentes alternativas de recursos.
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