El Río Medellín ha sido testigo del crecimiento de la ciudad pero también del abandono y el descuido de las personas, contaminándolo con residuos y vertimientos que no solo han ido dañando su estética sino su calidad.
El afluente nace en el Alto de San Miguel en Caldas y desemboca en el Río Porce. Muchos han sido los esfuerzos por recuperarlo, y en esa dinámica continúa el Área Metropolitana del Valle de Aburrá como autoridad ambiental y responsable de la cuenca hidrográfica del Río Aburrá – Medellín. A la tarea se suma ahora el Metro de Medellín, empresa que apoyará la Red de Monitoreo Ambiental en la Cuenca Hidrográfica del Río Aburrá – Medellín.
La labor del Metro consistirá en verificar y observar las condiciones del río Medellín todos los días, dado que el recorrido del sistema de transporte se comparte, en gran parte, con el afluente.
Es así como los operadores de estación, auxiliares de seguridad y Policía Metro, estarán atentos durante sus jornadas laborales al color del río y a emisiones contaminantes en la atmósfera para informar de dónde provienen y llamar a las líneas dispuestas por el Área Metropolitana.
Internamente, el Metro creó un protocolo para responder a este nuevo compromiso con la ciudad y con el ambiente y garantizar que una vez identificadas estas situaciones, el Área Metropolitana las conozca en la mayor brevedad posible y pueda actuar.
Con este tipo de actividades, la empresa de transporte continúa en su apuesta por el cuidado del medio ambiente operando con energía eléctrica para no emitir contaminantes a la atmósfera, preservando los árboles y el espacio verde de sus plazoletas y alrededores y siendo desde ahora, vigías del Río Medellín, el cual atraviesa la ciudad y los usuarios observan todos los días cuando van desde el Metro a sus distintos destinos siendo testigos del cuidado inminente que reclama el afluente principal de la ciudad.
DIRECCIÓN DE COMUNICACIONES