Un amor nocturno
El sol va recogiendo su luz para darle paso a la fría noche, quien con el crujir de los árboles y el viento chocando en esquinas empieza a demandar silencio. Rostros cansados y pasos arrastrados se observan cruzar de un lado hacia otro y otros cuántos se detienen a esperar, juntos pero con la lejanía de no conocerse, aquellos vagones que llevan la esperanza de estar un paso más cerca de casa.
De repente, un sonido inusual perturba la normalidad de una noche como cualquier otra, un sonido dulce, que aunque distante se escuchaba tan patente, tan presente, como si la distancia tuviera un cero a su izquierda y estrechar su mano fuese posible. Aquel sonido es el cantar de un amante nocturno, quién apenas despierta para gritarle a su amada lo mucho que la ha soñado.
Los rostros cansados de hace un momento toman un semblante diferente, tienen sorpresa en sus ojos y felicidad en sus sonrisas mientras observan como una sombra sale de un árbol para tomar vuelo y a toda prisa, sin dejar sus cantares, encontrarse con quién ha proclamado es el amor de su vida.
En un instante ya no solo se escucha uno, sino dos, tres, cuatro y una larga fila de enamorados ansiosos con un corazón pequeño latiendo tan fuerte que sin oírse se sentían. Al mirar más detenidamente, aquellos pasajeros curiosos lograron observar destellos morados que adornaban las alas de un pequeño pájaro, que con una colorida cola y peinado elegante se paseaba entre ojos espectantes y susurros de asombro; sin embargo, el espectáculo lejos de terminar apenas comienza, pues el dulce cantar de nuestros pequeños gozosos de amor no es la única muestra de afecto que brindan, en medio de sus largos dedos comienzan agarrar las frutas más preciosas que en su camino encuentran y posteriormente las sueltan en las patas de sus queridas, donde sin saberlo algunas de esas frutas caerán en el suelo y de allí un gran árbol nacerá para ser el hogar de las crías de sus hijos, nietos y una gran descendencia.
Nuestros pequeños héroes de la noche tienen por nombre Espiritecus Vesperi y sin ser consientes más allá del amor que emanan han colmado de sonrisas a las almas agotadas, han estado en el camino de aquellos pasos perdidos y han sembrado la naturaleza del mañana, el pulmón de un futuro sostenible.
Por: Jeidis Yomara Echavarría Silva
Nombre del ave: Espiritecus Vesperi
Institución universitaria: ITM
