Iris
La Tangara Iris, cariñosamente conocida como la "Madrina", es un ave que hace un uso ingenioso de sus plumas iridiscentes, que no solo deslumbran visualmente, sino que desempeñan un papel vital en la supervivencia de su especie. En su entorno natural, las Tangaras Iris se posan majestuosamente en las copas de los altos árboles del bosque, y su plumaje se transforma en una paleta de colores que se mimetizan con las hojas, flores y la luz que se filtra a través del dosel del bosque. Esta capacidad camaleónica les otorga un camuflaje perfecto contra los posibles depredadores.
Además de su adaptación sorprendente, estas aves mantienen una relación simbiótica con las flores que rodean el recorrido del Metro de la 80. Al alimentarse del néctar de estas flores, cumplen un rol esencial en el transporte del polen de una flor a otra, facilitando así la polinización y garantizando la perpetuación de diversas especies de plantas en este entorno especial.
A pesar de su deslumbrante apariencia, las Tangaras Iris merecen su apodo de "Madrina" debido a su extraordinaria bondad. Estas aves tiernamente recogen los huevos o polluelos de otras especies que se encuentran en el suelo o fuera de sus nidos, cuidándolos como si fueran propios. Además, ofrecen frutos a otros animales heridos o enfermos, cuidándolos hasta que se recuperen. Los habitantes de la región atribuyen a estas aves poderes curativos y creen que su mera presencia es un indicio de salud y bienestar en el bosque.
Por: Juan Sebastián Zapata Muñoz
Pascual Bravo