Había una vez una ciudad muy concurrida y caótica. Los habitantes de esta ciudad eran muy amables y trabajadores, les gustaba mantener limpias sus casas y se quejaban si veían basura en las calles. Sin embargo, a pesar de esto, no hacían mucho para limpiar las calles y, cuando limpiaban sus casas, dejaban las basuras afuera o, al salir a la calle, arrojaban papeles y desechos en cualquier lugar, sin pensar en las consecuencias.
"Es solo una basurita, no pasa nada", pensaba el señor que arrojaba su basura al suelo.
"¿Una botella? Eso no causará mucho daño", pensaba la señora mientras dejaba una botella en el suelo.
Así era todos los días, todos dejando sus desechos por ahí, pensando que quizás no importaba. Con el tiempo, estas basuras se acumularon y, en medio de los residuos de los habitantes, se formó un huevo. Era de un brillante color plateado y tan pequeño que era casi imposible notarlo en medio de tanta suciedad. A medida que pasaba el tiempo, se formó una enorme montaña de basura que ya molestaba a los ciudadanos con su olor, pero, aun así, ellos seguían pensando:
"Una bolsita, ¿qué daño va a hacer?"
"Si dejo la basurita aquí, ya no me molestará."
Sin embargo, luego exclamaban:
"¿De dónde viene este olor tan horrible?"
Mientras tanto, la montaña crecía y el huevo, aún desconocido para todos, se acercaba más al momento de nacer.
Un día, cuando la montaña ya era casi del tamaño de la ciudad, tan grande que no podía sostenerse más, tan temblorosa que incluso el viento podría tumbarla, nació un ave de aquel brillante huevo. Era hermosa a pesar de haber nacido entre los desechos. Su plumaje estaba hecho de hojalata y debajo de este, había una infinidad de residuos.
Parecía haber emergido de la basura misma, lo cual no era del todo mentira. Al romper su cascarón y abrir sus alas, la montaña se derrumbó e inundó la ciudad como un tsunami. Los habitantes gritaban, corrían y buscaban refugio mientras se preguntaban:
"¿Por qué? ¿Por qué tuve que arrojar esa botella allí?"
"¿Por qué nadie me dijo que las basuras podrían causar esto?"
Mientras el ave volaba alrededor de la ciudad, cuanto más alto volaba, más se cuestionaban los ciudadanos y más se arrepentían de lo que ellos mismos habían causado. Cuenta la leyenda que esta ave solo aparece después del caos, después de la tragedia y cuando las personas se dan cuenta de las consecuencias de sus actos.
Tras estos hechos y mientras el ave de hojalata volaba por toda la ciudad, observando el caos que habia causado la montaña de basura, comenzó a ocurrir algo que jamás se habia visto en aquella ciudad, sus habitantes tristes y arrepentidos, comenzaron a unirse para limpiar y reconstruir la ciudad, ahora eran consientes de lo que pasaba al momento de tirar una basura al suelo y entonces decidieron crear formas para cuidar mejor el espacio, y que su entorno se viera mas limpio y agradable, con el tiempo todo fue mejorando y de la misma manera el ave desapareció, pues la leyenda tambien nos cuenta que la pequeña ave de hojalata desaparecerá tras encontrar solución al caos, pero que de vez en cuando aparecerá, para recordarles a todos que cada acto hacia el medioambiente tiene consecuencias.
Nombre del ave: Hojalatera concientizadora
Nombre: Susana R. Wvides
Institución Universitaria: ITM
Función ecológica del ave: concientizarnos a todos con respecto al medio ambiente y el espacio que habitamos.