El Pájaro Cuentero
En la biblioteca Piloto encontré un libro sobre los colibríes. En él había muchos datos interesantes sobre estos pequeños pajaritos, me impresionó el aprender que solo existen en América, son conocidos como "aves guerreras" tienen capacidades maravillosas, son los únicos pájaros que pueden volar hacia atrás, su corazón puede latir hasta 1.200 veces por minuto y logran ver una gama muy amplia de colores por su función ecológica, ya que van de flor en flor polinizando, viven de 3 a 5 años, son pájaros muy veloces y su hogar es amplió, desde la cordillera de los Andes hasta la Sierra Nevada de Santa Marta. Para los Desana, un pueblo que habita en el Vaupés, creen que al final de su vida serán uno de estos hermosos pajaritos.
Cerré el libro y al salir de la biblioteca quedé curiosa, con mi mente llena de colores, con mis oídos atentos y mis ojos ansiosos por encontrar estos pájaros maravillosos, caminando hacía el Estadio miraba hacia los árboles, quedé maravillada cuando en la rama de un árbol veo posando a un hermoso pajarito, tenía colores muy similares a los que en aquel libro había visto, pero no era un colibrí, su cuerpo estaba cubierto por un brillante color azul, verde y una gama de un rosado, en su pecho llevaba muchas palabras, eso me causó curiosidad, nunca había visto un ave como esa, cautelosamente me acerque, cuando sin pensarlo me saludó ¡holaa!, soy el pájaro cuentero, por si no lo sabías fui yo quien plantó una semilla en ti, y veo que está germinando, alegremente le devolví el saludo, pero le pregunté, ¿Cuándo sembraste una semi- lla en mí? Es la primera vez que te veo, me respondió diciendo, todo ser vivo cumple una función, existen muchos pájaros dispersores de semillas, pero yo soy una especie muy diferente, unas semanas atrás te vi caminando por el parque y rápidamente volé hacia ti, desde siempre que caminas por estos senderos, te cuento historias sobre la importancia de cuidar nuestro entorno, de lo hermosos e importantes que somos nosotros los pájaros, y la riqueza que tienes a tu alre- dedor al poder oírnos y divisarnos, esas son las semillas que disperso, las palabras. Estaba tan distraída que nunca lo noté, pero su semilla quedó plantada en mí, por eso se despertó mi curio- sidad en la biblioteca al ver el libro, esa semilla estaba germinando, por fin veo y escucho, ¡qué hermoso poder verte!, le dije sobre todo poder escucharte, muy alegremente voló hacía mí y con prisa me dijo, mi función contigo está completa, desde hoy me verás volando por estos lugares, sembrando más semillas en personitas como tú, he escuchado que habrá un sendero o como le dicen ustedes, el metro de la 80, por ahí estaré volando entre las ramas de los árboles cumpliendo mi función, pero tú también debes correr la voz y ser un ave dispersora de semillas, y con el brillo de sus plumas se despidió dejándome una importante función ecológica, si tú estás leyendo hoy este relato es porque una semilla he plantado en ti.
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Leidy Daniela Cadavid Duarte
Institución Universitaria Pascual Bravo.
