Nuestro METRO - N° 188
Uno de los factores que incide en que se logre el paso de los trenes cada tres minutos en hora pico es el buen uso del botón rojo y la palanca azul de emergencia.
Como su nombre lo indica, estos elementos deben usarse cuando sea estrictamente necesario. Lastimosamente, algunos usuarios abusan de ellos y los activan simplemente porque quieren ingresar o salir del tren después de la señal de cierre de puertas.
Este uso indebido tiene como consecuencia retrasos que impiden cumplir con los intervalos de tres minutos en hora pico, afectando toda la operación de la línea. De ahí la importancia de tener en cuenta que el uso del botón rojo y la palanca azul de los trenes está reservado únicamente para casos de emergencias reales.
Estas emergencias incluyen casos como el desmayo o enfermedad repentina de un usuario, un atrapamiento o cualquier situación que requiera una atención inmediata de parte del personal de estaciones, que está capacitado para estas eventualidades.
Cuando el botón se activa mientras el tren se encuentra entre dos estaciones, se envía una señal al tablero del conductor que le indica en qué vagón se ha presentado una posible emergencia.
De inmediato, se da aviso al personal en la próxima estación para que estén preparados. Cuando el tren llega a la estación, el caso es atendido según los protocolos establecidos por la Empresa.
Cuando el botón o la palanca son activados mientras el tren está detenido en una estación, el vehículo no puede iniciar la marcha. El personal de estaciones debe atender la emergencia y desbloquear estos dispositivos para que el tren pueda continuar su recorrido.
Es importante recordar que el mal uso de estos elementos puede acarrear sanciones según el nuevo Código de Policía.
Una mala práctica que nos afecta a todos
Su aplicación de manera indiscriminada, genera retrasos en la operación, los cuales afectan a los usuarios. Si un tren permanece detenido por la activación de un botón en una estación, los trenes siguientes tampoco podrán iniciar su marcha y comenzarán a acumularse los retrasos, los cuales se agudizan si es una hora de alta afluencia.
En resumen, el mal comportamiento de un pasajero resulta afectando a miles que viajan en ese momento en el Sistema.
DIRECCIÓN DE COMUNICACIONES