Nuestro METRO - N° 204
Fue presidente entre 1982 y 1986, además fue Embajador, Ministro y Congresista, pero su faceta más íntima fue la de literato. Fue un hombre de letras y cultura, incluso, el nobel colombiano de literatura, Gabriel García Márquez dijo sobre él que “era un poeta perdido, en los vericuetos de la política”.
Belisario murió en diciembre de 2018 cuando tenía 95 años. Para rendirle un homenaje y resaltar su faceta literaria, el Metro y la Biblioteca Pública Piloto se unieron para crear el Tren de la Cultura titulado: Belisario Betancur, el literato eclipsado.
Durante 2018 fueron muchas las maneras en las que contribuimos a la sostenibilidad del Valle de Aburrá desde lo económico, social y ambiental. Mira la presentación completa de nuestra Memoria de Sostenibilidad realizada por nuestro gerente general, Tomás Elejalde Escobar.
En el tren que lleva su firma, los usuarios pueden leer algunas de sus frases y pensamientos en relación con los libros, la cultura y la literatura mezcladas con fotografías de distintos momentos de la vida de Belisario.
Para el Metro, el homenaje debía hacerse entre otras cosas porque el expresidente fue clave para la construcción del Metro, dado que durante su gobierno se generó el compromiso económico para la obra.
“El doctor Belisario Betancur entendió siempre la importancia histórica del Ferrocarril de Antioquia, decía: solo el tren pudo unir nuestras montañas indómitas y solo él nos encarriló, valga la expresión, por el camino de la industrialización”, quizás por eso, también comprendía la importancia del Metro de Medellín como eje estructurante de la movilidad en la región metropolitana”, dijo Tomás Elejalde, Gerente del Metro durante su discurso en el evento de inauguración del Tren de la Cultura.
El evento se realizó junto a la Bibliometro de la estación San Antonio el pasado jueves 30 de mayo y a él asistieron sus familiares como su nieta Natalia Helo, sus hijos: Maria Clara, Diego y Beatriz, su hermana Inés, primos, amigos de tertulias, personalidades de la cultura y la academia.
Amor de siempre por los libros
El doctor Belisario Betancur amó siempre los libros. Estos son apartes de la lectura que hizo refiriéndose a ellos, en el aniversario número 127 de la Academia Colombiana de la Lengua en el año 2000.
“Por una paradoja, mi padre, -campesino antioqueño semianalfabeto-, sembró en mí la cultura del libro, puente entre el mundo interior y el mundo exterior. He aquí, suscitamente, esa historia familiar. En la sección de libros de viejo de la librería Sota de Bastos, al norte de Bogotá, que tiene mi hija Beatriz con una amiga y conmigo, encontré algunas ediciones con las cuales, setenta años atrás, las editoriales Tor, Ercilla y Zig-Zag, de Buenos Aires y Santiago de Chile, y Sopena de España, inundaron la América Latina hasta llegar a la gente de arriería, entre la cual estaba mi padre.
Eran unos libros grandotes, en papel periódico, dos columnas en ocho puntos, a muy bajo precio, con todo Emilio Salgari y Emilio Zolá, todo Víctor Hugo, todo Dumas, los imperios, el Lejano Oriente, Bizancio. (Por cierto, llegó el primogénito a casa y mi papá lo bautizó como el invencible general del emperador Justiniano, Belisario). Aquella fue mi primera biblioteca personal, niño todavía; y fue, también, el nacimiento de la editorial y librería Tercer Mundo que más tarde habría de fundar con dos amigos. Esos libros no solo se hacían leer, sino que al pasar de mano en mano ejercían la tarea pedagógica de alfabetizar a los arrieros y de inducir a ser leídos en el hogar.
Quizá esté allí y en la pequeña colección Araluce de los clásicos griegos y latinos que en los años treinta enviaría a las más remotas aldeas el ministro de educación Luis López de Mesa, la explicación de que el niño lector de aquellos volúmenes y de las ediciones prohibidas que me alquilaban (a centavo el día) los líderes ateos de mi pueblo, esté hablando ahora de libros, como autor, como lector y como editor, ante la docta Academia Colombiana de la Lengua”.
Tertulia sobre su vida
Además de la inauguración al Tren de la Cultura Belisario Betancur: el literato eclipsado, ese mismo día, es decir, el jueves 30 de mayo, se realizó una charla sobre su vida con los escritores Mario Jursich y Héctor Abad en la Biblioteca Pública Piloto.
Allí también asistieron sus familiares y amigos más cercanos. Así se rindió homenaje al homenaje al hombre humanista, al “ratón de biblioteca” como lo conocieron sus más allegados y a quien le gustaban todas las manifestaciones del arte, desde las más distinguidas hasta las más populares./p>
“Fue un día lleno de emociones, venir al Metro de Medellín que mi papá tanto quiso y que impulsó como una de sus banderas de gobierno y tener un vagón sobre la literatura de mi papá y los libros que tanto quiso, nos hizo sentir muy bien. Ha sido un día maravilloso lleno de emociones, recuerdos y de una gratitud total con el Metro y con la Biblioteca Pública Piloto”.
María Clara Betancur – hija Belisario Betancur
“Fue un día maravilloso, por el homenaje y el recorrido que nos invitaron a hacer por el tranvía y el Metrocable. Nos encantó ver la cultura que tienen aquí y la biblioteca que tienen en la estación El Pinal, vimos cómo la gente se respeta y cuida las instalaciones, ese tipo de espacios transforman la vida de los barrios y muestra todo el aporte que hace el Metro de Medellín”.
Beatriz Betancur – hija de Belisario Betancur
“Tuve una amistad con él muy basada en los libros, compartíamos la pasión y el cariño por un gran poeta antioqueño, León de Greiff, de quien fue muy amigo. Hicimos varias tertulias en Eafit, en Caro y Cuervo en Bogotá. Yo lo conocí en su faceta de editor cuando era presidente de la Fundación Santillana. Fue fundador de editoriales. Una de las últimas visitas que recibimos de él fue en la Feria del Libro de Bogotá, ya en silla de ruedas, que fue a la editorial Angosta Editores que yo fundé con mi esposa y fue a comprar todos los libros de la editorial muy generosamente”.
Héctor Abad Faciolince – escritor y amigo de Belisario
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