Nuestro METRO - N° 207
Soy Ricardo Cruz, tengo 29 años, nací en Medellín y actualmente vivo en Robledo, Villa Campiña.
Mi proceso de vida siempre ha sido en el ámbito artístico, desde que soy muy pequeño me ha encantado pintar, dibujar, esculpir, siempre me he destacado por mis manualidades. Soy empírico, me encanta el verdadero arte callejero, el que la gente mira de paso y se hace espontáneamente.
El arte me ha salvado de muchas zonas conflictivas, estuve 5 años de mi vida en un centro de rehabilitación y fue una experiencia muy fuerte que me ayudó a cambiar muchas cosas en mí. El hecho de extrañar cosas cotidianas, como la luz del sol, una compañía o un árbol, me hizo comprender que la vida es solo una y la estaba desperdiciando en cosas que eran vanas.
Luego de esta experiencia comencé a apasionarme por el arte al saber que al expresarlo a otras personas, ellos se sienten reflejados, se les remueven sentimientos. Aprendí a hacer mis manualidades con la práctica,a través del ensayo y el error, está es la mejor forma de uno aprender en la vida.
Es ahí en donde llegan los semilleros de Amigos Metro a rescatar a la juventud ya que están sanando las heridas de un conflicto personal o colectivo, están llevando educación a muchas partes de la ciudad, expandiéndola muy rápido, porque en cada semillero las personas que van, la reparten a todo el mundo.
Asisto a los semilleros que se realizan en el barrio La Aurora, desde febrero del presente año y tuve la oportunidad de diseñar un taller, llamado Amuleto de Poder, para 43 barrios del Área Metropolitana. Tuve el privilegio de enseñarles a los profes de Amigos Metro a tejer un atrapa sueños, para que ellos se los transmitieran a los participantes de los semilleros.
Me pareció muy gratificante porque fue como estar en todos los semilleros. Esto, con el objetivo de que cada niño o joven que construyera el atrapa sueño, dejara todo lo negativo ahí y solo dejara pasar lo bueno y sanaran sus heridas.
Realmente Amigos Metro lo que hace es despertar ese lado intuitivo que tiene cada ser humano para seguir el camino correcto, el cual le permite a uno explorar sus propias capacidades para convertirse en líderes de la comunidad. En pocas palabras salvar vidas, porque desde cierta manera cultivan un camino diferente al que tal vez esa persona llevaba antes, les muestran una opción diferente.
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